Gualeguay - El Patrimonio

La villa San Antonio del Gualeguay es fundada el 19 de marzo de 1783 por Don Tomás de Rocamora. Por ese entonces comprendía 56 manzanas donde convivían 150 vecinos. En 1851 Urquiza declaró ciudad a Gualeguay.
“Declarada ciudad en 1851, Gualeguay crecía aumentando sus requerimientos de infraestructura…”
En este libro los autores rescatan la historia de una serie de edificios públicos que marcan la idiosincrasia de esta ciudad del sur de la provincia de Entre Ríos, rescatando el estilo de la arquitectura y la historia de cada espacio público.
“Sucede que los hombres hacen sus casas, luego las casas hacen a los hombres. Los edificios en que vivimos modelan nuestro pensamiento y a su vez nuestro pensamiento modifica la realidad a partir de aquel entorno”.1
Consultada por este medio sobre cómo nació la idea de escribir un libro de estas características, la arquitecta Nidya Rampoldi nos aclaró este interrogante y algunos otros.
“Cuando yo daba cátedra de plástica en la escuela Normal, veía que era muy difícil conseguir material para que los chicos estudiaran sobre la arquitectura de Gualeguay, sobre sus monumentos, en fin, sobre toda la cultura de la ciudad que era lo que yo me proponía que aprendieran. En una oportunidad un alumno me dijo: ´Señora, ¿por qué usted no escribe todo eso que sabe?´. Y entonces me propuse que cuando me jubilara lo iba a hacer.”
Ese fue el germen de este libro que en sus 221 páginas nos propone un itinerario por61 espacios públicos de Gualeguay en donde se condensan y superponen la identidad, la historia, el arte y los vaivenes de la política que dejan su huella en el patrimonio de los pueblos.
La importancia del patrimonio cuyo valor es vincular a la gente con su historia y resaltar el valor simbólico de las identidades también es rescatado por la autora que pone el acento en los edificios públicos.
“Ya en la antigüedad clásica, los gobernantes, los reyes, supieron que el edificio público es importantísimo como símbolo de las instituciones, de la forma de ser de un pueblo. Así es que el edificio público es el que puede vertebrar en cierto sentido el ideario de una población.”
Así como las construcciones edilicias influyen y de alguna manera determinan las formas de ser de una población, también un hecho cultural como un libro despierta intereses y moviliza la autoconciencia de un pueblo. Pero antes de eso está el deseo del autor, aquella inquietud que empezó como un sueño y que tomó el formato de libro.
“Yo pienso que a los gualeguayenses les ha sido muy útil porque han cobrado conciencia del valor de las cosas que tienen. A mí me daba la impresión de que  no valoraban todas estas cosas en su justa medida... Yo nací en una ciudad muy jovenque había sido fundada en 1880 y cuando yo era chica faltaban muchos edificios. Había que ir haciéndolos y costaba mucho esfuerzo a la ciudad. Y cuando yo llegué acá y vi que estaban todos los edificios que más o menos uno pudiera desear, me pareció que era como que tenían todo servido y no se daban cuenta.”
Quien a lo largo de su carrera docente vio una necesidad que luego transformó en su deseo, no es gualeya de origen. Nació en Tres Arroyos, Provincia de Buenos Aires. Su libro se ha transformado en referente sobre la historia del patrimonio de la ciudad de Gualeguay.
“A veces viene la gente a contarme que están por destruir tal o cual edificio, como si yo pudiera solucionarlo. Lo único que se puede hacer realmente es que la gente tome tal estado de conciencia que ya nadie quiera destruir una cosa que con tanto valor”.

1-Nidya Rampoldi, Claudio Piaggio, Daniel Gabriel, Patricia Miguez Iñarra. “Espacios públicos con historia. Gualeguay”. Ediciones del Clé. 2002.
www.hoylauniversidad.unc.edu.ar
www.dgpatrimonio.buenosaires.gov.ar

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