Personajes - Bernaldo de Quirós
Bernaldo de Quirós, Cesáreo
Pintor. Nace en Gualeguay, provincia de Entre Ríos, el 29 de mayo de 1881; m. en Vicente López, provincia de Bs. As.
Desde muy joven se inició en la pintura. A la edad de 13 años ingresa al taller del valenciano Nicolau Cotanda y tres años más tarde ingresa en la Academia de la Sociedad Estímulo de Bellas Artes bajo la tutela de los maestros Angel Della Valle y Reynaldo Giúdice.
Luego de recibir el Premio Roma, es becado por el gobierno nacional y viaja a Italia contando con apenas veinte años. Allí se perfecciona y recibe incluso una mención en la Bienal de Venecia con una obra de grandes dimensiones en 1901. En 1905 viaja a España vinculándose con Zuloaga y Sorolla, haciéndolo más tarde a París, Florencia y Cerdeña.
Regresa a su país en 1906. Integra el grupo Nexus y obtiene el Gran Premio y Medalla de Oro en la Exposición Internacional de Arte del Centenario (1910).
Viaja nuevamente a Europa y se establece durante cinco años regresando posteriormente para radicarse en su ciudad natal (1916-1927), en donde produce una obra nítidamente gauchesca sin precedentes en las artes figurativas de Argentina.
Fué profesor en la Escuela Nacional de Artes Decorativas y presidente de la Academia Nacional de Bellas Artes.
En 1942 adquiere una gran extensión de tierra sobre las barrancas del río Paraná, cerca de la ciudad homónima, creando un museo con una vasta colección de armas, muebles, adornos y objetos de gran valor artístico.
Obtuvo numerosas distinciones en el país y en el exterior, siendo su obra especialmente valorada por coleccionistas nacionales y extranjeros.
Bernaldo de Quirós, un pincel entre lo criollo y lo europeo
Un estallido de color define el ramo de flores bien pintado por Cesáreo Bernaldo de Quirós, que recibe a los visitantes en el Centro Cultural de la Universidad Católica Argentina (UCA), de Puerto Madero. La naturaleza muerta es una de las 40 pinturas que integran la muestra organizada por galería Zurbarán, con el auspicio de Repsol YPF, que será inaugurada hoy a las 19.
Coleccionista y galerista, Ignacio Gutiérrez Zaldívar cumplirá un sueño largamente acariciado al reunir los trabajos de Quirós en una exposición de carácter itinerante, que comenzó su viaje en el Teatro Argentino de La Plata y seguirá en museos del interior del país, cumpliendo así la vocación federal manifestada en temporadas anteriores por Repsol con su gran muestra colectiva bautizada "Argentina pinta bien".
Desde que comenzó su gestión de galerista al frente de Zurbarán a principios de los años 80, Gutiérrez Zaldívar estuvo dividido siempre entre dos grandes amores pictóricos: el franco-mendocino Fernando Fader y Quirós, recio pintor de los gauchos, capaz, sin embargo, de suavizar la pincelada en los poéticos paisajes mallorquinos o en el interior del taller florentino, resuelto con una paleta en tonos rojos tratados con sordina.
Artista de dos mundos nacido en Gualeguay en 1879, Quirós inmortalizó "Los gauchos" con trazo viril en la serie que lo colocó sin duda en el cenit de su popularidad. Antes de instalarse en Médanos, Entre Ríos, hizo varios viajes a Europa, donde residió durante un tiempo y expuso en la Tate de Londres, en el Jeu de Paume, de París, y en la National Gallery, de Washington.
Hombre elegante y de modales refinados, disfrutaba de sus veranos en la Toscana, en la villa que compartía con su mujer, María Antonelli, y sus hijos Carlota y Mario. Esos días quedaron inmortalizados en un cuadro lindísimo, una escena familiar con fondo de jardín que, suponemos, sigue integrando la colección de Gutiérrez Zaldívar, en compañía de ese cuadro soberbio de Angel Della Valle -uno de los maestros de Quirós- que es "La carrera de la sortija".
La trayectoria de Quirós y su itinerario formativo se asemejan a los de muchos de sus contemporáneos, que hicieron del paisaje la materia prima de su arte. A fines del siglo XIX, en sus años de formación, Quirós visitaba los talleres de Della Valle, Lucio Correa Morales, Giudici y don Ernesto de la Cárcova.
Su serie de los gauchos donada en la década del sesenta al Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) provocó un grave cortocircuito con Jorge Romero Brest, entonces su director, poco afín al espíritu "gauchesco" de la serie. El catálogo de mano de la muestra de la UCA recoge este episodio en una línea que podría inspirar la frase "a buen entendedor, pocas palabras".
En 1965, cuando se sancionó la ley que aceptaba la donación, las obras fueron, según el catálogo, "indecorosamente expuestas una breve temporada en el MNBA".
La mayor retrospectiva de Bernaldo de Quirós, artista que murió en 1968 y que goza de una alta cotización en el mercado, se realizó en 1991, en el Palais de Glace. El éxito de público -la exposición fue visitada por 151.000 personas- estableció un hito en la organización de megaexposiciones que llevaron el mensaje del arte a públicos cada vez más amplios.
Por Alicia de Arteaga
De la Redacción de LA NACION
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