Colonia San Carlos - La Historia


Según prueba documental, en la sesión con fecha 13 de junio de 1858, que celebró la Asamblea de la Sociedad Beck y Herzog en Suiza; quedó resuelto que a la colonia a fundarse en los terrenos cedidos por la provincia de Santa Fe, se le pondría el nombre de “NUEVA BASILEA”, por el lugar de nacimiento de su fundador, Carlos Beck Bernard, oriundo de Basilea, Suiza.
En la reunión celebrada el 30 de Noviembre del mismo año, los señores Beck y Vollenweider comunican que el proyectado nombre ha sido cambiado: la nueva colonia se llamaría “San Carlos”.
Estos Señores expresan en su carta las causas y fundamentos que han obligado el mencionado cambio, datos que no se encuentran ni en los archivos del Museo de la Colonia, ni en los de la Compañía Suiza.
Lo mismo ocurre con la fecha fundacional de la Colonia. Según algunos documentos podría haber sido en el mes de noviembre o el 23 de Septiembre de 1858, según sostiene el Dr. Zbinden.
También se ignora con que fundamento la Comisión designada para conmemorar el cincuentenario de la Colonia en 1908 tomó como fecha de fundación el 27 de Septiembre de 1858.

SAN CARLOS CENTRO …. 3º colonia agrícola Antecedentes de la Colonización en la Argentina

Luego de Caseros, se inicia en el país una era de resurgimiento de valores. Argentina se encamina por sendas decisivas y fecundas para grandes realizaciones. La iniciativa es tomada por Urquiza, quién ordena la apertura de dos ríos interiores: el Paraná y el Uruguay, atribuyéndoles la libre navegación y el comercio. Esto acercó al país con el mundo civilizado, atrayendo a las corrientes colonizadoras europeas del capital y del trabajo.
A esta decisión relativa al tráfico fluvial y al comercio, se agregaron otros actos: celebración de contratos de comercio, amistad y navegación e instalación de ferrocarriles, puentes y caminos, lo que fomentó la inmigración y colonización agrícola.
Desde 1857 hasta 1860 entraron al país unos veinte mil inmigrantes, de los cuales nueve mil eran agricultores.
Después de la promulgación de la Constitución de 1853, que abre las puertas a los inmigrantes, fueron varios los intentos de colonización en la Provincia de Santa Fe, ya que la misma proclamaba libertades y garantías para los extranjeros.
En 1853 se celebra un contrato entre el Dr. Brougnes y Pujol (Gobernador de la Provincia de Corrientes); a través del cual se inicia el movimiento de colonización. Sobre las bases de éste convenio surge la Colonia San Juan; con familias llegadas de Basilea. La colonia termina por despoblarse y las familias se dispersan por Entre Ríos y Corrientes.
Posteriormente se firma en Santa Fe otro contrato entre el Gobernador Crespo y Aarón Castellanos, el cual no resulta, porque sólo es una reproducción del anterior. Para la ejecución de sus planes colonizadores, Aarón Castellanos se dirige a Europa y se relaciona con diversas casas-agencias de inmigración, entre ellas la perteneciente a Carlos Beck Bernard. “... Constituye una característica del período (segunda mitad del Siglo XIX) la fundación de colonias agrícolas con labradores europeos traídos ex-profeso. Anteriormente habían ensayado formarlas, fracasando las diversas tentativas porque ni el país creía en el éxito de la agricultura, ni la proximidad de los indios alentaba para incorporar demasiado trabajo a los campos incultos.
Correspondió a Santa Fe el mérito de dar cima a la empresa, abriendo los primeros surcos a través de tal serie de contratiempos.
En 1853, Don Aarón Castellanos celebró con el gobierno de la provincia un convenio cuyas principales estipulaciones eran las siguientes: • Suministro de la tierra necesaria para implantar la colonia
• Adelanto de capitales, en forma de casa para los colonos, semillas, animales de labor y alimentos.
• Exoneración de impuestos durante un cierto plazo. Obligaciones del empresario: • Conducción de mil familias de agricultores europeos hasta el territorio provincial
• Instalación de las mismas en la colonia. ... Ninguna de las partes cumplió oficialmente lo que ofreciera. La primera dificultad fue que el emplazamiento elegido carecía de las más elementales condiciones agrícolas y coincidió con el elegido por Garay en 1573 (proximidades de Cayasta), por lo que hubo que buscar otro lugar. La nueva colonia se instaló bajo el simbólico nombre de Esperanza (1856) a varias leguas de la costa, esto es, de la vía comercial para exportar productos.
Los labradores europeos que llegaron llenos de ilusiones, se encontraron pues, con que en lugar de las casas, las semillas y los animales ofrecidos, les esperaba tan sólo el desierto y los indios.
Acomodáronse como pudieron, prestándoles alguna ayuda el gobierno, y mediante los productos de la ganadería, fue el ensayo agrícola defendiéndose de los eternos enemigos naturales (langostas, sequías, heladas)...
A raíz de esta tentativa surgieron otras. Subsiguió la formación de nuevas colonias y una vez más, los hombres de negocios evidenciaron hasta qué punto incita a soñar la fiebre de riquezas...” La fundación de Colonias Agrícolas en la Provincia de Santa Fe, tuvo lugar bajo distintos criterios organizativos, que es conveniente distinguir. Es posible diferenciar tres sistemas organizativos durante la segunda mitad del siglo pasado: • Sistema de colonización oficial: Se trata de colonias fundadas por el gobierno nacional o provincial. En la mayoría de estos casos se vendían tierras a los inmigrantes a precios muy bajos. El número de colonias fundadas bajo este sistema fue insignificante; en 1895 (Censo Nacional) solamente 15 de un total de 360 colonias fueron clasificadas como gubernamentales u oficiales. Varias de estas colonias se fundaron en zonas de la provincia peligrosamente expuestas a las invasiones de las tribus indias. Algunas de ellas (como Reconquista y Avellaneda) estaban situadas, además, en tierras que demostraron ser poco aptas para los cultivos cerealeros. En líneas generales, el Sistema de Colonización Oficial resultó costoso e ineficiente, y hacia 1880 había sido casi completamente abandonado.• Sistema de colonización Mixto: Se trata de colonias donde el Gobierno Provincial vendía a un empresario tierras para colonizar, a precios muy bajos, exigiendo el cumplimiento de algunas obligaciones en cuanto al número de personas que debían ser radicadas y a las facilidades que debían otorgárseles (términos flexibles para el pago, vivienda, implementos agrícolas). Si bien el número de Colonias fundadas bajo ese sistema tampoco resultó demasiado significativo (unas 13 Colonias que abarcaban alrededor de 200.000 hectáreas), debe señalarse que algunas de las más importantes Colonias de la Provincia se fundaron de esta manera. Es el caso de Esperanza y San Carlos, alrededor de las cuales giró el proceso colonizador de la región Centro - Este.

• Sistema de colonización privada: La enorme mayoría de las Colonias hacia 1895 fueron fundadas bajo este sistema. En este, el empresario compraba la tierra al precio del mercado, la subdividía y la vendía al mejor postor. La única intervención oficial consistía en eximir al empresario del pago de impuestos de contribución directa por tres años o por cinco si las tierras se encontraban fuera de la línea de fronteras. En otros casos el empresario no se beneficiaba con facilidades impositivas, pero tenía como contrapartida mayor libertad de acción.
Dentro del proceso de colonización que se desarrolló en la provincia, es necesario destacar que: en las décadas de 1850 y 1860 predominó el sistema de Colonización Mixta, cuya principal área de ocupación fue el Centro de la Provincia. La mayoría de los colonos que participaron de este proceso lo hicieron como propietarios de la tierra que trabajaron. A partir de la década de 1870, comenzó a predominar el sistema de Colonización Privada, que se extendería principalmente en la zona Sur de la Provincia. Con este sistema el colono vería seriamente dificultada su posibilidad de acceso a la propiedad de la tierra, predominando el sistema de arrendamientos.
Reclutamiento de familias en Europa La Sociedad Beck, Herzog y Cía. tenía como función entablar relaciones con las familias más influyentes de Suiza, llamando la atención por medio de la prensa, como también por medio de agentes especiales, amigos vinculados al comercio, y realizando giras personales para propagar las ideas de la empresa, respecto de la inmigración y la colonización.
Esta cruzada se inició en los cantones de Suiza, visitando a los miembros del gobierno, autoridades locales de los diversos lugares, así como a los curas católicos, pastores protestantes, etc., solicitando su colaboración en la obra emprendida.
Al mismo tiempo, se reproducían relatos aparecidos en los diarios de Argentina, especialmente en lo referente a noticias sobre el desenvolvimiento de las colonias agrícolas, distribuyéndose no sólo en Suiza sino también en los países vecinos susceptibles de brindar inmigrantes apropiados. Así fue con arribaron a nuestro país agricultores procedentes de Suiza, Italia, Alemania y Francia.
Contratos celebrados con las familias El procedimiento adoptado por la Sociedad Beck, Herzog y Cía. consistía en contratar familias europeas, destinadas a instalarse en la Colonia. Para ello, la empresa mencionada firmaba con cada familia un convenio, confeccionándolo en cuatro ejemplares: uno para el administrador de la colonia; otro para la familia del firmante; un tercero para el gerente de la sociedad colonizadora en Basilea, y finalmente, un último ejemplar para el director de la sociedad Beck, Herzog y Cía. en Santa Fe.
En cada contrato constaban: número de personas integrantes de cada familia, nombre y apellido, lugar de nacimiento, estado civil, etc.; derechos y obligaciones del colono.
El contrato debía ser firmado por todos los miembros de la familia, quiénes además debían proporcionar certificados referentes a su moralidad y buena conducta, a sus aptitudes para la agricultura y a su salud, debiendo también procurarse el vestuario, ropas en general, implementos de cocina y aperos de labranza.
La Sociedad enviaba desde Europa instrumentos de trabajo, útiles, caballos, etc. y desde Boston (EE.UU.) se hicieron remitir arados, cultivadores, sembradoras, semillas y otros artículos necesarios al desarrollo de los cultivos agrícolas.
La sociedad Beck, Herzog y Cía. se obligaba entregar a cada familia, una extensión de tierra cultivable de veinte cuadras.
Además, cada familia recibía lo necesario para construir su vivienda, al uso del país, vale decir un rancho.
En lo que a animales de trabajo se refiere, así como para uso doméstico, cada familia de colonos era provista de cuatro bueyes, dos caballos para labranza y dos vacas lecheras con sus respectivas crías.
En materia de semillas, la sociedad colonizadora estaba obligada a entregar el maíz indispensable para sembrar 720 áreas; maní, para 144 áreas; trigo para 360 áreas y diversas hortalizas para cultivar 72 áreas.
Finalmente, la sociedad Beck, Herzog y Cía., debía suministrar a cada familia los víveres necesarios hasta la primera cosecha.
En compensación de esos beneficios, cada familia contraía el compromiso de entregar a la administración de la colonia, durante cinco años, la tercera parte de sus respectivas cosechas. Pasados estos, el colono quedaba dueño a perpetuidad de esas veinte cuadras de tierra, así como de lo edificado en las mismas, ganados, cultivos, etc.
La sociedad colonizadora tenía el compromiso de facilitar la realización de cultos (una vez por semana) y de hacer funcionar como mínimo tres días a la semana la escuela; esto siempre que las familias fueran más de cincuenta.
Las familias debían someterse a un reglamento y acatar las resoluciones de la administración.
Contrato de colonización celebrado por el Gobierno de la Provincia de Santa Fe y los Señores Beck y Herzog Los señores Beck y Herzog deseaban explotar directamente el negocio de las colonias agrícolas, razón por la cual querían fundar colonias en Argentina. Con tal motivo, entablaron relaciones con el Gobierno de la Provincia de Santa Fe y presentaron una propuesta, la cual fue aceptada, dando lugar a la firma del contrato definitivo en 1857.
El gobierno concedió a la sociedad colonizadora una superficie de 18 a 10 leguas cuadradas entre el Saladillo y Las Tunas, cuyos limites era: Este, desde la costa del río Salado hasta las tierras bajas de Las Tunas; Oeste, terrenos continuos al arroyo de Las Saladas; Sur, terrenos de la costa hasta el arroyo Colastiné y Norte, terrenos de Ricardo Foster.
Beck y Herzog se comprometieron a poblar éstos campos con colonias agrícolas y establecimientos industriales.
Al termino de dos años debían existir una colonia de cincuenta familias, y al término de tres años, más de doscientos cincuenta familias.
La sociedad no podía enajenar las tierras del convenio.
Para promover la confianza de las familias europeas, se prometieron garantías de libertades individuales.
Los colonos podían cortar y utilizar la madera de los montes vecinos, construyendo con la misma sus viviendas, instrumentos de trabajo, cercos, etc. Origen de los pueblos San Carlos Centro y San Carlos Norte Cuando se fundó la Colonia San Carlos, se instaló un sólo núcleo urbano, donde tenían su asiento la administración y las autoridades. Era lo que hoy constituye el pueblo de San Carlos Sur.
El antecedente principal, que se relaciona con la formación de lo que hoy se denomina San Carlos Centro, lo encontramos en una serie de desavenencias de carácter religioso entre los pobladores.
Estas diferencias quedan manifestadas en cartas que envía el Sr. Juez de Paz, Conde Tessiéres de Boisbertrand, a distintas autoridades provinciales. En las mismas hace comentarios sobre agravios de los protestantes contra la religión católica, acerca de las dificultades existentes para la instalación de la escuela, por razones religiosas. Quiere decir esto que las creencias de los colonos chocaban con brusquedad e intolerancia, hasta que, indudablemente, se produjo la crisis que originó la primera división de San Carlos, acaecida hacia 1860.
Fue así como los católicos que no se sentían cómodos para la realización de sus cultos en la plaza del Sur - donde tenían una iglesia rudimentaria consistente en un rancho - decidieron instalar la sede de los mismos en un sitio más aislado y lejano de los cultos protestantes.
Con ese fin, la administración de la colonia les construyó, en 1861, una capilla más al Norte, en tierras propiedad de los Señores Beck, Herzog y Cía., capilla que se inauguró el 13 de Mayo de 1862 y que estaba situada en la manzana en que hoy se levanta el edificio de las autoridades públicas.
La intención primaria de los colonos católicos no fue la de fundar otro pueblo; pero al poco tiempo surgió la idea de rodear la capilla con un núcleo de población. Con ese propósito la comunidad de la Iglesia Católica adquiere la concesión donde estaba instalada la capilla; la lotea y así da origen a la plaza Centro.
En cuanto a San Carlos Norte, en 1859 los Señores Robatel y Cía. compraron a los empresarios de la Colonia San Carlos cuatro leguas cuadradas en esta zona y bajo la denominación de “Unión Agrícola” procedieron a poblarlas, pero al no dar cumplimiento a lo convenido, los Señores Beck y Herzog en 1864 recuperaron esos campos y los anexaron otra vez a la Colonia San Carlos, motivando esto al protesta de los colonos afectados, quienes lo hacen saber al gobierno a través de una nota.
En 1871, Don Fermín Laprade, de regreso de un viaje de Europa, se traslada a San Carlos donde poseía algunas tierras. En ese mismo año da comienzo a la construcción de un molino harinero y un taller de carpintería y herrería, constituyendo el establecimiento conocido como “La Carlota”, nombre que en un principio se le da también a esta población y que era el de una hija de Don Fermín Laprade.
Aquel primer núcleo fue el origen del pueblo de San Carlos Norte
El Boletín Oficial de Santa Fe, fechado el 14 de Mayo de 1875, transcribe una nota que firman numerosos vecinos de San Carlos Sur y Centro, dirigida al gobierno de la Provincia, en la que aplauden la división de la Colonia y agradecen el decreto dictado al respecto, por el Sr. Gobernador Don Servando Bayo, reconociendo que la gran extensión no permitía realizar una buena labor administrativa municipal. 


Según prueba documental, en la sesión con fecha 13 de junio de 1858, que celebró la Asamblea de la Sociedad Beck y Herzog en Suiza; quedó resuelto que a la colonia a fundarse en los terrenos cedidos por la provincia de Santa Fe, se le pondría el nombre de “NUEVA BASILEA”, por el lugar de nacimiento de su fundador, Carlos Beck Bernard, oriundo de Basilea, Suiza.
En la reunión celebrada el 30 de Noviembre del mismo año, los señores Beck y Vollenweider comunican que el proyectado nombre ha sido cambiado: la nueva colonia se llamaría “San Carlos”.
Estos Señores expresan en su carta las causas y fundamentos que han obligado el mencionado cambio, datos que no se encuentran ni en los archivos del Museo de la Colonia, ni en los de la Compañía Suiza.
Lo mismo ocurre con la fecha fundacional de la Colonia. Según algunos documentos podría haber sido en el mes de noviembre o el 23 de Septiembre de 1858, según sostiene el Dr. Zbinden.
También se ignora con que fundamento la Comisión designada para conmemorar el cincuentenario de la Colonia en 1908 tomó como fecha de fundación el 27 de Septiembre de 1858.
SAN CARLOS CENTRO …. 3º colonia agrícola Antecedentes de la Colonización en la Argentina 
Luego de Caseros, se inicia en el país una era de resurgimiento de valores. Argentina se encamina por sendas decisivas y fecundas para grandes realizaciones. La iniciativa es tomada por Urquiza, quién ordena la apertura de dos ríos interiores: el Paraná y el Uruguay, atribuyéndoles la libre navegación y el comercio. Esto acercó al país con el mundo civilizado, atrayendo a las corrientes colonizadoras europeas del capital y del trabajo.
A esta decisión relativa al tráfico fluvial y al comercio, se agregaron otros actos: celebración de contratos de comercio, amistad y navegación e instalación de ferrocarriles, puentes y caminos, lo que fomentó la inmigración y colonización agrícola.
Desde 1857 hasta 1860 entraron al país unos veinte mil inmigrantes, de los cuales nueve mil eran agricultores.
Después de la promulgación de la Constitución de 1853, que abre las puertas a los inmigrantes, fueron varios los intentos de colonización en la Provincia de Santa Fe, ya que la misma proclamaba libertades y garantías para los extranjeros.
En 1853 se celebra un contrato entre el Dr. Brougnes y Pujol (Gobernador de la Provincia de Corrientes); a través del cual se inicia el movimiento de colonización. Sobre las bases de éste convenio surge la Colonia San Juan; con familias llegadas de Basilea. La colonia termina por despoblarse y las familias se dispersan por Entre Ríos y Corrientes.
Posteriormente se firma en Santa Fe otro contrato entre el Gobernador Crespo y Aarón Castellanos, el cual no resulta, porque sólo es una reproducción del anterior. Para la ejecución de sus planes colonizadores, Aarón Castellanos se dirige a Europa y se relaciona con diversas casas-agencias de inmigración, entre ellas la perteneciente a Carlos Beck Bernard. “... Constituye una característica del período (segunda mitad del Siglo XIX) la fundación de colonias agrícolas con labradores europeos traídos ex-profeso. Anteriormente habían ensayado formarlas, fracasando las diversas tentativas porque ni el país creía en el éxito de la agricultura, ni la proximidad de los indios alentaba para incorporar demasiado trabajo a los campos incultos.
Correspondió a Santa Fe el mérito de dar cima a la empresa, abriendo los primeros surcos a través de tal serie de contratiempos.
En 1853, Don Aarón Castellanos celebró con el gobierno de la provincia un convenio cuyas principales estipulaciones eran las siguientes: • Suministro de la tierra necesaria para implantar la colonia
• Adelanto de capitales, en forma de casa para los colonos, semillas, animales de labor y alimentos.
• Exoneración de impuestos durante un cierto plazo. Obligaciones del empresario: • Conducción de mil familias de agricultores europeos hasta el territorio provincial
• Instalación de las mismas en la colonia. ... Ninguna de las partes cumplió oficialmente lo que ofreciera. La primera dificultad fue que el emplazamiento elegido carecía de las más elementales condiciones agrícolas y coincidió con el elegido por Garay en 1573 (proximidades de Cayasta), por lo que hubo que buscar otro lugar. La nueva colonia se instaló bajo el simbólico nombre de Esperanza (1856) a varias leguas de la costa, esto es, de la vía comercial para exportar productos.
Los labradores europeos que llegaron llenos de ilusiones, se encontraron pues, con que en lugar de las casas, las semillas y los animales ofrecidos, les esperaba tan sólo el desierto y los indios.
Acomodáronse como pudieron, prestándoles alguna ayuda el gobierno, y mediante los productos de la ganadería, fue el ensayo agrícola defendiéndose de los eternos enemigos naturales (langostas, sequías, heladas)...
A raíz de esta tentativa surgieron otras. Subsiguió la formación de nuevas colonias y una vez más, los hombres de negocios evidenciaron hasta qué punto incita a soñar la fiebre de riquezas...” La fundación de Colonias Agrícolas en la Provincia de Santa Fe, tuvo lugar bajo distintos criterios organizativos, que es conveniente distinguir. Es posible diferenciar tres sistemas organizativos durante la segunda mitad del siglo pasado: • Sistema de colonización oficial: Se trata de colonias fundadas por el gobierno nacional o provincial. En la mayoría de estos casos se vendían tierras a los inmigrantes a precios muy bajos. El número de colonias fundadas bajo este sistema fue insignificante; en 1895 (Censo Nacional) solamente 15 de un total de 360 colonias fueron clasificadas como gubernamentales u oficiales. Varias de estas colonias se fundaron en zonas de la provincia peligrosamente expuestas a las invasiones de las tribus indias. Algunas de ellas (como Reconquista y Avellaneda) estaban situadas, además, en tierras que demostraron ser poco aptas para los cultivos cerealeros. En líneas generales, el Sistema de Colonización Oficial resultó costoso e ineficiente, y hacia 1880 había sido casi completamente abandonado.• Sistema de colonización Mixto: Se trata de colonias donde el Gobierno Provincial vendía a un empresario tierras para colonizar, a precios muy bajos, exigiendo el cumplimiento de algunas obligaciones en cuanto al número de personas que debían ser radicadas y a las facilidades que debían otorgárseles (términos flexibles para el pago, vivienda, implementos agrícolas). Si bien el número de Colonias fundadas bajo ese sistema tampoco resultó demasiado significativo (unas 13 Colonias que abarcaban alrededor de 200.000 hectáreas), debe señalarse que algunas de las más importantes Colonias de la Provincia se fundaron de esta manera. Es el caso de Esperanza y San Carlos, alrededor de las cuales giró el proceso colonizador de la región Centro - Este.

• Sistema de colonización privada: La enorme mayoría de las Colonias hacia 1895 fueron fundadas bajo este sistema. En este, el empresario compraba la tierra al precio del mercado, la subdividía y la vendía al mejor postor. La única intervención oficial consistía en eximir al empresario del pago de impuestos de contribución directa por tres años o por cinco si las tierras se encontraban fuera de la línea de fronteras. En otros casos el empresario no se beneficiaba con facilidades impositivas, pero tenía como contrapartida mayor libertad de acción.
Dentro del proceso de colonización que se desarrolló en la provincia, es necesario destacar que: en las décadas de 1850 y 1860 predominó el sistema de Colonización Mixta, cuya principal área de ocupación fue el Centro de la Provincia. La mayoría de los colonos que participaron de este proceso lo hicieron como propietarios de la tierra que trabajaron. A partir de la década de 1870, comenzó a predominar el sistema de Colonización Privada, que se extendería principalmente en la zona Sur de la Provincia. Con este sistema el colono vería seriamente dificultada su posibilidad de acceso a la propiedad de la tierra, predominando el sistema de arrendamientos.
Reclutamiento de familias en Europa La Sociedad Beck, Herzog y Cía. tenía como función entablar relaciones con las familias más influyentes de Suiza, llamando la atención por medio de la prensa, como también por medio de agentes especiales, amigos vinculados al comercio, y realizando giras personales para propagar las ideas de la empresa, respecto de la inmigración y la colonización.
Esta cruzada se inició en los cantones de Suiza, visitando a los miembros del gobierno, autoridades locales de los diversos lugares, así como a los curas católicos, pastores protestantes, etc., solicitando su colaboración en la obra emprendida.
Al mismo tiempo, se reproducían relatos aparecidos en los diarios de Argentina, especialmente en lo referente a noticias sobre el desenvolvimiento de las colonias agrícolas, distribuyéndose no sólo en Suiza sino también en los países vecinos susceptibles de brindar inmigrantes apropiados. Así fue con arribaron a nuestro país agricultores procedentes de Suiza, Italia, Alemania y Francia.
Contratos celebrados con las familias El procedimiento adoptado por la Sociedad Beck, Herzog y Cía. consistía en contratar familias europeas, destinadas a instalarse en la Colonia. Para ello, la empresa mencionada firmaba con cada familia un convenio, confeccionándolo en cuatro ejemplares: uno para el administrador de la colonia; otro para la familia del firmante; un tercero para el gerente de la sociedad colonizadora en Basilea, y finalmente, un último ejemplar para el director de la sociedad Beck, Herzog y Cía. en Santa Fe.
En cada contrato constaban: número de personas integrantes de cada familia, nombre y apellido, lugar de nacimiento, estado civil, etc.; derechos y obligaciones del colono.
El contrato debía ser firmado por todos los miembros de la familia, quiénes además debían proporcionar certificados referentes a su moralidad y buena conducta, a sus aptitudes para la agricultura y a su salud, debiendo también procurarse el vestuario, ropas en general, implementos de cocina y aperos de labranza.
La Sociedad enviaba desde Europa instrumentos de trabajo, útiles, caballos, etc. y desde Boston (EE.UU.) se hicieron remitir arados, cultivadores, sembradoras, semillas y otros artículos necesarios al desarrollo de los cultivos agrícolas.
La sociedad Beck, Herzog y Cía. se obligaba entregar a cada familia, una extensión de tierra cultivable de veinte cuadras.
Además, cada familia recibía lo necesario para construir su vivienda, al uso del país, vale decir un rancho.
En lo que a animales de trabajo se refiere, así como para uso doméstico, cada familia de colonos era provista de cuatro bueyes, dos caballos para labranza y dos vacas lecheras con sus respectivas crías.
En materia de semillas, la sociedad colonizadora estaba obligada a entregar el maíz indispensable para sembrar 720 áreas; maní, para 144 áreas; trigo para 360 áreas y diversas hortalizas para cultivar 72 áreas.
Finalmente, la sociedad Beck, Herzog y Cía., debía suministrar a cada familia los víveres necesarios hasta la primera cosecha.
En compensación de esos beneficios, cada familia contraía el compromiso de entregar a la administración de la colonia, durante cinco años, la tercera parte de sus respectivas cosechas. Pasados estos, el colono quedaba dueño a perpetuidad de esas veinte cuadras de tierra, así como de lo edificado en las mismas, ganados, cultivos, etc.
La sociedad colonizadora tenía el compromiso de facilitar la realización de cultos (una vez por semana) y de hacer funcionar como mínimo tres días a la semana la escuela; esto siempre que las familias fueran más de cincuenta.
Las familias debían someterse a un reglamento y acatar las resoluciones de la administración.
Contrato de colonización celebrado por el Gobierno de la Provincia de Santa Fe y los Señores Beck y Herzog Los señores Beck y Herzog deseaban explotar directamente el negocio de las colonias agrícolas, razón por la cual querían fundar colonias en Argentina. Con tal motivo, entablaron relaciones con el Gobierno de la Provincia de Santa Fe y presentaron una propuesta, la cual fue aceptada, dando lugar a la firma del contrato definitivo en 1857.
El gobierno concedió a la sociedad colonizadora una superficie de 18 a 10 leguas cuadradas entre el Saladillo y Las Tunas, cuyos limites era: Este, desde la costa del río Salado hasta las tierras bajas de Las Tunas; Oeste, terrenos continuos al arroyo de Las Saladas; Sur, terrenos de la costa hasta el arroyo Colastiné y Norte, terrenos de Ricardo Foster.
Beck y Herzog se comprometieron a poblar éstos campos con colonias agrícolas y establecimientos industriales.
Al termino de dos años debían existir una colonia de cincuenta familias, y al término de tres años, más de doscientos cincuenta familias.
La sociedad no podía enajenar las tierras del convenio.
Para promover la confianza de las familias europeas, se prometieron garantías de libertades individuales.
Los colonos podían cortar y utilizar la madera de los montes vecinos, construyendo con la misma sus viviendas, instrumentos de trabajo, cercos, etc. Origen de los pueblos San Carlos Centro y San Carlos Norte Cuando se fundó la Colonia San Carlos, se instaló un sólo núcleo urbano, donde tenían su asiento la administración y las autoridades. Era lo que hoy constituye el pueblo de San Carlos Sur.
El antecedente principal, que se relaciona con la formación de lo que hoy se denomina San Carlos Centro, lo encontramos en una serie de desavenencias de carácter religioso entre los pobladores.
Estas diferencias quedan manifestadas en cartas que envía el Sr. Juez de Paz, Conde Tessiéres de Boisbertrand, a distintas autoridades provinciales. En las mismas hace comentarios sobre agravios de los protestantes contra la religión católica, acerca de las dificultades existentes para la instalación de la escuela, por razones religiosas. Quiere decir esto que las creencias de los colonos chocaban con brusquedad e intolerancia, hasta que, indudablemente, se produjo la crisis que originó la primera división de San Carlos, acaecida hacia 1860.
Fue así como los católicos que no se sentían cómodos para la realización de sus cultos en la plaza del Sur - donde tenían una iglesia rudimentaria consistente en un rancho - decidieron instalar la sede de los mismos en un sitio más aislado y lejano de los cultos protestantes.
Con ese fin, la administración de la colonia les construyó, en 1861, una capilla más al Norte, en tierras propiedad de los Señores Beck, Herzog y Cía., capilla que se inauguró el 13 de Mayo de 1862 y que estaba situada en la manzana en que hoy se levanta el edificio de las autoridades públicas.
La intención primaria de los colonos católicos no fue la de fundar otro pueblo; pero al poco tiempo surgió la idea de rodear la capilla con un núcleo de población. Con ese propósito la comunidad de la Iglesia Católica adquiere la concesión donde estaba instalada la capilla; la lotea y así da origen a la plaza Centro.
En cuanto a San Carlos Norte, en 1859 los Señores Robatel y Cía. compraron a los empresarios de la Colonia San Carlos cuatro leguas cuadradas en esta zona y bajo la denominación de “Unión Agrícola” procedieron a poblarlas, pero al no dar cumplimiento a lo convenido, los Señores Beck y Herzog en 1864 recuperaron esos campos y los anexaron otra vez a la Colonia San Carlos, motivando esto al protesta de los colonos afectados, quienes lo hacen saber al gobierno a través de una nota.
En 1871, Don Fermín Laprade, de regreso de un viaje de Europa, se traslada a San Carlos donde poseía algunas tierras. En ese mismo año da comienzo a la construcción de un molino harinero y un taller de carpintería y herrería, constituyendo el establecimiento conocido como “La Carlota”, nombre que en un principio se le da también a esta población y que era el de una hija de Don Fermín Laprade.
Aquel primer núcleo fue el origen del pueblo de San Carlos Norte
El Boletín Oficial de Santa Fe, fechado el 14 de Mayo de 1875, transcribe una nota que firman numerosos vecinos de San Carlos Sur y Centro, dirigida al gobierno de la Provincia, en la que aplauden la división de la Colonia y agradecen el decreto dictado al respecto, por el Sr. Gobernador Don Servando Bayo, reconociendo que la gran extensión no permitía realizar una buena labor administrativa municipal.  

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