Historias de Nogoyá - Inmigración Española
España, muchos países en un solo país. Otro país que los recibe, queriendo ser nación. Una ciudad donde confluyen españoles y también otras colectividades. Nogoyá fue el punto de unión.
Los libros de historia que retratan aquella época nos cuentan que entre 1870 y 1883 la población de Nogoyá aumentó en 3.000 personas, conformando un total de 12.000. ¿Qué pasó entre medio? ¿Cómo fue posible semejante crecimiento urbano y rural? La respuesta más probable se halla en las consecuencias de la política inmigratoria que habían seguido los gobiernos nacionales y en las facilidades concedidas por autoridades provinciales y municipales.
Nuestra tierra verde y marrón experimentaba otros colores, blanco, trigueño, moreno y transformaba la mirada y el quehacer de sus habitantes. Esta zona fue destino de españoles en su mayoría, aunque también de italianos, alemanes, franceses, suizos y austríacos, en el ámbito rural. El transcurrir de sus vidas fue escribiendo la historia y las costumbres de este lado de Entre Ríos.
Desde la península ibérica, por ejemplo, las antiguas costumbres españolas se reviven en las procesiones religiosas por las calles del pueblo, el comer 12 uvas la noche antes de Año Nuevo, o en la vestimenta a base de peinetones y mantillas, pero mucho más en la energía arrolladora y el don natural para relacionarse con el que tengan al lado, característico de los que proceden de allí.
España, un país que alberga muchos países, se nutre de andaluces, gitanos, aragoneses, vascos, sevillanos, madrileños, asturianos; y precisamente ése es el origen de muchas familias afincadas en estas latitudes.
Reliquia arquitectónica
Nogoyá conserva el edificio de la Sociedad Española como parte del patrimonio arquitectónico. Desde 1879, sobre calle San Martín, se conforma un patio en el acceso sobre basamento de mampostería, columnas redondas y rejas de hierro con terminación de latón. En la fachada predomina la sensación de verticalidad dada por las pilastras adosadas al muro con capiteles corintios. Al ingresar se destaca en relieve el escudo real de España, con todos sus detalles. La edificación se completa con una estructura parabólica en la parte de atrás, cubriendo el patio.
Fuente: http://www.entrerios.gov.ar/algarroba
Los libros de historia que retratan aquella época nos cuentan que entre 1870 y 1883 la población de Nogoyá aumentó en 3.000 personas, conformando un total de 12.000. ¿Qué pasó entre medio? ¿Cómo fue posible semejante crecimiento urbano y rural? La respuesta más probable se halla en las consecuencias de la política inmigratoria que habían seguido los gobiernos nacionales y en las facilidades concedidas por autoridades provinciales y municipales.
Nuestra tierra verde y marrón experimentaba otros colores, blanco, trigueño, moreno y transformaba la mirada y el quehacer de sus habitantes. Esta zona fue destino de españoles en su mayoría, aunque también de italianos, alemanes, franceses, suizos y austríacos, en el ámbito rural. El transcurrir de sus vidas fue escribiendo la historia y las costumbres de este lado de Entre Ríos.
Desde la península ibérica, por ejemplo, las antiguas costumbres españolas se reviven en las procesiones religiosas por las calles del pueblo, el comer 12 uvas la noche antes de Año Nuevo, o en la vestimenta a base de peinetones y mantillas, pero mucho más en la energía arrolladora y el don natural para relacionarse con el que tengan al lado, característico de los que proceden de allí.
España, un país que alberga muchos países, se nutre de andaluces, gitanos, aragoneses, vascos, sevillanos, madrileños, asturianos; y precisamente ése es el origen de muchas familias afincadas en estas latitudes.
Reliquia arquitectónica
Nogoyá conserva el edificio de la Sociedad Española como parte del patrimonio arquitectónico. Desde 1879, sobre calle San Martín, se conforma un patio en el acceso sobre basamento de mampostería, columnas redondas y rejas de hierro con terminación de latón. En la fachada predomina la sensación de verticalidad dada por las pilastras adosadas al muro con capiteles corintios. Al ingresar se destaca en relieve el escudo real de España, con todos sus detalles. La edificación se completa con una estructura parabólica en la parte de atrás, cubriendo el patio.
Fuente: http://www.entrerios.gov.ar/algarroba
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