Turismo Cultural - El Quinto Cuartel de Victoria
La atrapante historia del Quinto Cuartel
Viejo Barrio de La Matanza (Victoria, Entre Rios)
Fuera de los bulevares de la ciudad, al suroeste, y lindando con el Riacho Victoria, se extiende el Quinto Cuartel, lugar en el que subyace una parte fundamental de la historia victoriense.
Estuvo poblado desde principios del siglo XIX por inmigrantes de origen vasco y más tarde por genoveses, quienes operaban los hornos caleros. Sin embargo, la materia prima se extraÃa de otras zonas de Victoria, como los yacimientos cercanos al Puente Verde, ya que el Quinto Cuartel carecÃa de canteras de piedra caliza.
Las primeras edificaciones fueron de estilo netamente europeo y se levantaban próximas a los hornos de cal (en el año1822 ya existÃan varios de ellos); por lo que el conjunto no tuvo la imagen de un núcleo urbano tradicional, sino la de un asentamiento semirural. Eran casas de dos plantas, con techos de tejas a dos aguas y escalera exterior al piso alto, como las que se observan a continuación.
Quienes asà las levantaron traÃan la concepción europea, determinada por razones que no se daban aquÃ. Esas casas tenÃan en Europa un doble destino y obedecÃan a otras circunstancias. Eran establo en la planta baja y habitación de la familia en el piso superior. Sin embargo este tipo de construcción no tenÃa justificativo aquÃ, ya que los inviernos no eran crudos como en el viejo continente, en donde los animales -puestos en la planta baja- constituÃan una fuente extra de calor.
Algunas casas tenÃan sótano -que servÃa de bodega-, al que se accedÃa desde el interior. Las fachadas eran simples, sin molduras, a excepción de la cornisa sobre la que se apoyaba el tejado.
El clásico tipo de construcción fue reemplazado por otro, donde predominaba la planta baja únicamente, con un primero y -a veces- único patio, enmarcado por el parral y el piso de “crudo”.
Vida social y actividad económica
Vascos y genoveses trajeron consigo apodos, más que nombres y apellidos. Estos motes provenÃan del nombre del pueblito de origen del inmigrante o de su nombre o apellido, deformado por el dialecto que hablaban y el castellano que pretendÃan hablar.
La frescura del parral reunÃa a la familia en las tardes de verano, agobiantes de calor y de mosquitos.
La industrialización de la piedra caliza, el comercio y el transporte fluvial de frutos, productos y mercancÃas, fueron los pilares fundamentales de la economÃa del Quinto Cuartel. A punto tal que el Quinto Cuartel tuvo el primer banco del poblado, llamado Banco Lanieri (décadas 1860-1870), el cual emitÃa su propio dinero.
Hombres blanqueados por el polvo de la piedra, con el pantalón de una tela llamada “cabrona” endurecida por la cal, llenaban el interior bajo el horno -a través de las puertas de dintel oval- con la leña que actuaba de combustible. Luego encimaban, hasta el borde superior de la calera, la piedra caliza que el fuego debÃa transformar en cal.
El humo envolvÃa el caserÃo por varios dÃas, tras lo cual se descargaba el producto obtenido en grandes cestos de mimbre. Es interesante destacar que la cal elaborada en el Quinto sirvió para construir parte de la ciudad de La Plata.
El puerto de La Matanza (ahora puerto viejo) era el otro polo de la actividad económica del lugar, ya que se erigÃa como el único puerto de la ciudad.
El famoso “Puente de Antón”, comunicaba el brazo del riacho Victoria, con lo que era conocido como el “bracito”; lengua de rÃo que en dirección sudeste, marcaba el lÃmite natural del Quinto Cuartel. La solidez de la obra fue tal que aún subsiste, pese a las pesadas cargas que debió soportar, el paso del tren -que llegaba hasta el puerto viejo-, y la acción destructora de las periódicas crecientes.
Aún en los tres primeros lustros del siglo XX, el puerto del Quinto Cuartel continuaba siendo la salida más importante de los frutos y productos de Victoria y su zona de influencia, como asà también la entrada más importante de las manufacturas importadas.
En esos años, los productos mayormente exportados fueron el lino, la lana sucia, los cueros secos de vacunos, los bovinos, la cerda y el aceite de pescado. Ya no aparece la cal.
La época de esplendor del Quinto Cuartel comienza a decaer con las gestiones para construir un puerto más próximo a la ciudad y más cerca de la estación del ferrocarril. Esto sucede al iniciarse el año 1920.
A estos factores, hay que agregar que en los primeros años de la década de 1920 cierra sus puertas la Casa Reggiardo -fundada en 1858-, la cual realizaba un sinfÃn de actividades. Era la fuente de trabajo más importante del lugar.
Sólo van quedando en el Quinto los viejos fundadores, esperando las esporádicas visitas de la descendencia que se fue y la otrora pujanza del barrio.
Fuentes consultadas:
-Trucco, Raúl Ricardo. "El 5to. Cuartel Ceniza y Humo". Editorial "Los Gráficos", 1993.
-Gonzálvez, Juan C. "El patrimonio cultural de los entrerrianos". FascÃculo II. Dirección de cultura de Entre RÃos.
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