Segui - El Cientifico Ruben Bruno
La historia de un cientÃfico autodidacta
Rubén Bruno tiene la humildad de los grandes, aunque es una de las mentes brillantes del paÃs. A los 8 años y viviendo con su familia en precarias condiciones en el campo, se rebeló contra el sistema educativo, dejó la escuela y comenzó su solitaria formación autodidacta.

En 1997, con 39 años, Bruno se sometió a las evaluaciones correspondientes y obtuvo el tÃtulo secundario otorgado excepcionalmente por el Consejo de Educación,que lo consideró un caso inédito en la provincia.
Luego inició la carrera de Medicina, pero no pudo seguir estudiando por falta derecursos, experiencia que vive diariamente con iniciativas que incursionan en la bioingenierÃa y que, aunque son reconocidas por profesionales e instituciones de renombre, no logra desarrollar por el nulo apoyo oficial.
Sin contar con tÃtulo universitario, Bruno inventó un ventrÃculo artificial computarizado, cuyos resultados expuso en foros de fÃsica médica y cardiologÃa. También desarrolló un prototipo de corazón artificial automatizado que no prosperó al no contar Entre RÃos con laboratorios para este tipo de investigación.

En oftalmologÃa, trabaja en una prótesis para devolver la visión a ciegos. Sus avances despertaron el interés de la Universidad de Harvard, que aportarÃa el 90 % de los costos. “Gestionamos el otro 10% a la Nación, pero no tuvimos eco”, se lamentó Bruno.
Ciudadano ilustre. A los 50 años, Bruno disfruta en familia —con su esposa y dos hijos— de la apacible vida pueblerina rodeado de sus inventos y creaciones con los que incursiona también en la astronomÃa y la meteorologÃa. Con materialesreciclados, montó en su casa un observatorio que es visitado cada año por cientos de alumnos entrerrianos. Bruno fue declarado el 10 de abril Ciudadano Ilustre de la localidad.
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