Leyenda sobre el origen de Melincué

LEYENDA FOLCLÓRICA SOBRE EL ORIGEN DE MELINCUÉ.

Cuenta la historia que sobre la laguna vivían, en la Toldería Mayor, el Gran Cacique Melín, junto con su mujer Nube Azul y su hijo Cué; que los tres se amaban por sobre todas las cosas, y que ella defendía y cuidaba a su hombre del cual estaba perdidamente enamorada. Tanto lo amaba Nube Azul, que cuando él salía de excursiones, ella no hablaba con nadie hasta que regresara, y que durante todo ese tiempo, sus ojos derramaban lágrimas que, ella decía, sólo eran de dolor y de amor. En una de las excursiones realizadas por el ejército, un grupo de indios Ranqueles, liderados por el cacique Melín, fue emboscado a la orilla de la gran laguna y aniquilado.

A la matanza sólo sobrevivió su esposa, quien huyó en su caballo, un tordillo brioso e inteligente que la llevó mal herida hasta una de las islas de la laguna. Ahí la mujer, aterida de dolor y furiosa por la muerte de su hombre y de Cué, el hijo de ambos, maldijo a los blancos antes de morir. En su agonía, y llamando al lugar Melincué, por su hombre y su hijo, le deseó al pueblo que las aguas de la laguna crecieran y, que de a poco, fueran tapando con sus olas todo el lugar. Y el agua creció, creció tanto que anegó campos y llegó al pueblo y se apoderó de él durante varios años, haciendo que sus moradores vivieran en un continuo estado de alerta.
El ejido quedó bajo las aguas, y miles de hectáreas quedaron estériles, pues la altura de la laguna, ya transformada en lago, las fue anegando pausada pero efectivamente. Los moradores más antiguos aseguran que, en noches de lluvia, el espíritu de la india sopla y sopla para que el agua llegue al pueblo. Y dicen también que hasta que no haya un acto de desagravio por tamaña matanza, su espíritu lleno de furia, dolor y amor por su familia y su pueblo seguirá rondando, y los males no cesarán de llegar sobre la población y el espejo de agua[cita requerida].

En Paraguay, en el Idioma guaraní, cué significa "Lugar que perteneció a alguien", como Zeballos Cué y Antebicué, que pertenecían a Zeballos y a Antebi, por lo tanto se cree que Melincué significa "El lugar que perteneció a Melín". El idioma de los indios guaraníes era muy utilizado en el Virreinato del Plata, y en ese entonces era hablado tanto en Asunción como en el puerto de Buenos aires, lugares en donde la cultura guaraní dejó un gran legado con la introducción de layerba mate, la bebida guaraní por excelencia.

Corría el siglo XIX cuando, situado a orillas de la laguna, el poblado creció dinámico y pujante al compás de la multitud de personas que llegaban para combatir en sus aguas saladas las dolencias reumáticas y los embates del verano pampeano. No obstante, la imprevisible e indominable Melincué, repentinamente arrasó con todo lo que halló a su paso, dejando sólo ruinas.






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