La Casa del Brigadier General Estanislao Lopez

La Casa del Brigadier


“ ... edificada en un terreno de veinte y dos varas de frente a la calle 23 de Diciembre y setenta de fondo a la calle 9 de Julio haciendo esquina”; para 1858, ya se decía  que contaba con piezas incluso cuatro de alto, tres patios y dos oficinas.
Este sitio es conocido por muchos como la Casa de Estanislao López, y por otros como sede del Archivo General de la Provincia, donde se atesora la mayor parte de los documentos oficiales y privados, como memorias fragmentadas de los grupos y su época, los hombres y sus circunstancias.
A lo largo de casi veinte años, fue el escenario de quien ejerció el gobierno de la provincia y dejó su impronta en las etapas formativas del Estado y la Nación Argentina.

Un Espacio Urbano

Cargado de simbolismos
El entorno también tenía su carga de significado: la proximidad a la plaza principal, los edificios civiles y religiosos que la rodeaban y las denominaciones de las calles, en las cuales se evocan sucesos y valores que caracterizaron la época.

Su ubicación: la intersección de la actual avenida General López y 9 de Julio.
La calle 9 de Julio no cambió su denominación, desde la primera nomenclatura, dado que representa el acontecimiento más importante de la Nación “la Declaración de la Independencia”.
La denominación de la actual avenida se remonta a 1886, año del centenario del nacimiento del caudillo, momento en que las calles toman nombres propios con significación absoluta, como un homenaje a su personalidad. Esta designación reemplazó a la de “23 de Diciembre de 1851”, que aludía a la ruptura de Santa Fe con el gobierno de Rosas, y fue instituida en el plano levantado por José Germán Niklison.

Linea politica que inagura

En la pequeña aldea, “... las calles son de arena suelta, con excepción de una, en parte pavimentada...”. “Las casas son de techos bajos... los muros blanqueados y los pisos de ladrillos...” , así la describen cronistas y
viajeros de la época. En ese escenario urbano, la casa que albergó al caudillo asomaba como la construcción particular más importante, sólo superada por los conventos y el Cabildo. La cubierta de la azotea, para el medio y la época, constituía una innovación que se destacaba como un signo de progreso y la distinguía de las otras, con sus techos a dos aguas, de teja o paja.

Los años en que el Brigadier residió en ella coinciden con el agitado contexto de guerras, los momentos más importantes de su ascenso al poder y su prestigio como gobernante de los santafesinos. Sin embargo estas circunstancias no alteraron significativamente su usual sobriedad y así lo reseñan con relación a su residencia:
“... no se distinguía de la de los demás ciudadanos; allí no había guardias, ni ordenanzas, ni emblemas. Las más de las veces, una sirvienta anunciaba al gobernador a los que deseaban verle, y que él recibía con la mayor urbanidad y franqueza”.

Santa Fe, delgada franja a lo largo del Paraná, era “un corredor vital y estratégico para Buenos Aires en su comunicación con el Litoral y el Interior, evitando el camino del indio”, describe Sonia Tedeschi.
Estanislao López asumió el al gobierno en 1818, cuando la Guerra de la Independencia estaba llegando a su fin en el Río de la Plata, y se acrecentaba el debate y las luchas en torno de dos ideas opuestas por la futura organización política.
El movimiento autonomista en la provincia había comenzado a pocos años de producirse la ruptura del dominio español, y desde 1815 sufría las sucesivas invasiones de los ejércitos enviados desde Buenos Aires.
El Estatuto Provisional, propuesto por López y aprobado el 26 de agosto de 1819, es el punto de arranque de un proceso de institucionalización que la provincia comenzaba a transitar. Este instrumento precursor en la Nación le otorgaba un marco de legalidad y legitimidad al Estado provincial autónomo y al ejercicio del
poder del caudillo.

El rechazo a la Constitución de 1819 condujo, en 1820, a la Batalla de Cepeda, que marca un quiebre en el predominio centralista y una oportunidad para el federalismo.
La soberanía se fragmentó en nuevas entidades políticas -las provincias- que se gobernaron de manera autónoma, vinculándose entre sí mediante tratados y ligas ofensivo-defensivas, sin renunciar nunca a formar una unidad constitucional, afirma Marcela Ternavasio.

Los tratados y sus circunstancias


Fueron numerosos los intentos de López por construir un orden nacional y un sistema de dominación legítima. Firmó 23 tratados, entre los que se destacan aquellos que constituyen la piedra angular del proceso de organización y que la Constitución del ‘53, junto a otros, menciona en su Preámbulo como los pactos preexistentes. El Tratado del Pilar, cuyo original se encuentra en el Museo Histórico Provincial de nuestra ciudad, inició -después de Cepeda- una nueva etapa y planteó nuevos escenarios: la rivalidad con Buenos Aires, y las desinteligencias interregionales comenzaban a fluctuar entre el campo de batalla, el diálogo y los acuerdos por la “cuestión estatal”. Más tarde, Benegas y el Cuadrilátero, éste último firmado en nuestra ciudad, son los que le aseguraron a la provincia un período de paz, que le permitió a López emprender una acción de gobierno más firme y perseverante.

... La figura del caudillo

se hizo sentir en La región El Congreso de 1824-27, reunido en  Buenos Aires, luego de varios intentos frustrados como consecuencia de la lucha de  intereses, puso de manifiesto las posiciones irreconciliables entre las dos tendencias.

Santa Fe, una vez más, reafirmó su adhesión al federalismo. Su diputado, José Elías Galisteo, cumplió un destacado papel en el rechazo a una Constitución que no respetaba el autogobierno de las provincias.
La pugna entre unitarios y federales, el clima de violencia y el estado de guerra permanente no amedrentó a López en perseverar con el diálogo y los acuerdos por la pronta organización del país, y fue en ese contexto cuando planteó la conveniencia de reunir una convención, que se instaló en Santa Fe el 25 de septiembre de 1828, y que se prolongaría, en estado de agonía, hasta agosto de 1829. Mientras tanto, la convención lo nombró Jefe del Ejército Nacional.

López y rosas

Rosas, al aceptar el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, se planteó la cuestión del orden como una urgencia, buscando de ese modo disciplinar a las provincias.

En el interior, los triunfos de Paz sobre Bustos y Quiroga consolidaron su posición y marcaron el peligroso avance que significó la Liga del Interior para las provincias del Litoral y para Rosas.

Los acontecimientos empujaron a Rosas, López y Ferré a reunirse en San Nicolás en 1830, donde acordaron celebrar un tratado por el cual los diputados de cada provincia se reunirían en Santa Fe. A pesar
del peligro que representaba el “Manco” Paz, López y Ferré plantearon a Rosas cuestiones de fondo como la representación nacional, el manejo y distribución de las rentas generales y la necesidad de una política económica proteccionista.
Ese mismo año Rosas, como un gui-ño al gobernador santafesino, encargó un retrato y una biografía que permanecieron como representaciones simbólicas de una relación que no siempre fue lineal.
La litografía de Pellegrini fue acompañada de una biografía que Rosas encargó a Pedro De Angelis, para ser incorporada a un catálogo con los generales más prominentes del país. En ésta destacó el accionar y la personalidad del caudillo al decir que: “Sus modales son sencillos, sus costumbres morigeradas, su conducta irreprensible. Sin recelo y sin remordimientos, vive confiadamente en medio de su pueblo...”.

La Confederacion:
¿Una solucion institucional?

El pacto firmado en Santa Fe, el 4 de enero de 1831, fue una forma de institucionalizar las soberanías provinciales; pero esta suerte de Confederación nacía con desequilibrios muy fuertes: la soberanía e independencia de cada una de las partes era, muchas veces, avasallada por la “prepotencia” de la más rica.
La derrota de Paz, sorprendido “por un certero tiro de boleadoras... por hombres de Estanislao López...”, hizo que la relación entre López y Rosas oscilara entre la negociación y la presión.
Así la figura de López se había fortalecido frente a Rosas, y las otras provincias y el pueblo santafesino le demostraron su reconocimiento. La imagen que Ramón Lassaga, años después, describió sobre la forma en que se lo habría esperado en las inmediaciones de su casa da cuenta de ello: “En 1831, en ocasión de haber vencido a las fuerzas del General Paz, las calles que conducían a ella fueron adornadas con arcos triunfales y a los lados de la puerta dos niños esperaron a Estanislao López


Esta serie de fascículos “el camino de la constitución” es una edición conjunta del diario el litoral y el gobierno de la ciudad de santa fe.


Gobierno de la ciudad de santa Fe: intendente: mario barletta. directora de comunicación: andrea valsagna. directora del programa de imagen y comunicación: maría del carmen albrecht. directora del programa historia y ciudad: claudia neil. diario el litoral. consejo de dirección: gastón n. dubois, maría josé lina pilatti, silvia v. de vittori y gustavo j. vittori

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