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Florian Paucke y su vida entre los mocovíes

Florian Paucke y su vida entre los mocovíes

San Javier, Santa Fe

El Padre jesuita Florián Paucke es protagonista y autor de uno de los testimonios más significativos del mundo rioplatense. Estaba tan identificado con su futura vivencia en América que agregó después de su nombre y apellido el de Misionero jesuita del Paraguay. Polifacético como en general lo eran los hombres de la Compañía de Jesús, Paucke enseñó y formó a los aborígenes mocovíes en la Reducción de San Javier, 34 leguas al norte de la ciudad de Santa Fe, y en la Reducción de San Pedro que él fundara Florián Paucke nació el 24 de septiembre de 1719 en Witzingen, Silesia, en ese entonces parte del Reino de Bohemia o los llamados países checos que integraban el Sacro Imperio Germano-Romano gobernado por los Habsburgo austríacos. 

A los 17 años ingresa en el Colegio de Breslau, de la Compañía de Jesús. Obtiene de Roma el permiso para viajar a la Provincia Jesuítica de Paracuaria. El 8 de enero de 1748 es ordenado sacerdote y ese mismo día después de su Primera misa se embarca hacia América. La travesía duró un año, recorriendo distintos puertos como Lisboa, Málaga, Sanlúcar de Barrameda, Puerto de Santa María y otras ciudades de Andalucía España. Llegó a Buenos Aires el 1 de enero de 1749. Viaja a Córdoba para terminar sus estudios de teología y conoce las estancias y la Residencia de los jesuitas en esa provincia. Su destino final es la Provincia de Santa Fe y luego de un viaje de varios meses llegó al Santuario de Ntra. Señora de los Milagros. La misión de San Javier debía operar como línea de frontera para proteger a la ciudad de Santa Fe. El asentamiento tuvo varios traslados hasta quedar definitivamente instalada a orillas del Río Dulce, hoy San Javier. La reducción estaba a cargo de los jesuitas Jerónimo Núñez y Francisco Burgés, quienes reciben al P. Florián Paucke en 1752. Les enseñó diversas ocupaciones, artes y oficios lo que significó una transformación del modo de vida de los indios. 

Tuvieron un acercamiento a la música, y Paucke gran ejecutor de instrumentos, armó un coro de veinte niños mocovíes que actuaron en Santa Fe y luego fueron invitados a cantar en la Iglesia de San Ignacio en Buenos Aires. Fundó la primera escuela en las reducciones y especialmente aprendió el idioma mocoví para comunicarse y acercarse al indio con cariño y desde el corazón creando un vínculo humano, sin precedentes, entre ambas culturas. En el año 1765,el Padre Paucke, funda la Reducción de San Pedro, el 1 de mayo los jesuitas reunieron bajo la Cruz y Campana, al Cacique Elebogdín con sus 400 mocovíes. Poco tiempo después , el 9 de septiembre, se establece la escuela, que por notable casualidad estuvo emplazada en el mismo paraje que la actual escuela Nro. 509 de la Fundación Obligado. En 1767 llega la orden de expulsión de la Compañía de Jesús, y el 3 de abril de 1768 Florián Paucke abandona las costas americanas. En su regreso a Europa se establece nuevamente en la Provincia Jesuitica de Bohemia. Florián Paucke en su legado la obra “Hacia allá,(fuimos) amenos y alegres, para acá (volvimos) amargados y entristecidos-Estadía con los indios mocovíes 1749-1767” escrito que se conserva en el Monasterio Cisterciense de Zwettl, en Austria, a cien km. de Viena en lo alto de una serranía. No solo lo persuadieron para relatar sus memorias de 18 años en Paracuaria sino también para ilustrarlas. 

Se calculan alrededor de 100 hojas dibujadas, encuadernadas en el texto, pero muchas páginas contienen más de un dibujo. Aparte hay varias pinturas de mayor medida y diferentes tamaños. El Padre Paucke muere en Jindrichuv Hradec (en textos alemanes Neuhaus), en Bohemia, alrededor de 1780. En San Javier conforme a la costumbre española de festejar con una procesión solemne el día del Santo Patrono de la ciudad y aprovechando la destreza de los jinetes mocovíes, Paucke fue elaborando un espectáculo en su Reducción. Actualmente el día del Patrono San Francisco Javier se celebra el 3 de diciembre con una procesión náutica por el río San Javier. Todo el pueblo participa de esta fiesta con cantos y mucha música. 

El Padre Florián Paucke marcó una huella para San Javier, asentando las bases para construír un nuevo camino, rescatando los valores humanos y el espíritu que nos deja como herencia. Producción Ejecutiva: P. Ignacio García-Mata Sj Guión y dirección: Sergio Raczko Documentalista

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