La Leyenda de la Tierra Sin Mal
LA TIERRA SIN MAL
Los guaranĂes, muchas veces hacĂan la guerra, pero tambiĂ©n hacĂan poesĂas.
A la luz de los fogones en la noche, siempre les gustĂ³ contar historias y, ademĂ¡s, cantarlas. Los siguientes relatos recogen algunas de esas historias, que tienen hĂ©roes de cuerpo resplandeciente como el Sol y seres malvados que se apropian del fuego, aventuras de dioses y hazañas de gente comĂºn. Historias que nos hablan de un mundo que se fue haciendo poco a poco, con el puro poder de las palabras. La bĂºsqueda de un paraĂso terrenal provocĂ³ largos viajes. Los guaranĂes creĂan en una Tierra Sin Mal, especie de un paraĂso terrenal adonde se podĂa entrar sin morir. "AllĂ los cultivos crecen solos -decĂan-, la miel y la carne son abundantes, no hay enfermedades ni muerte, y todos viven con felicidad."
Cada tanto, algĂºn karaĂ afirmaba haber recibido en sueños revelaciĂ³n de donde se ubicaba ese anciano lugar y como llegar hasta Ă©l. Con sus discursos elocuentes, arengaba a todos para que abandonaran aldeas y cultivos, y siguieron el camino que le habĂa sido indicado. Muchos de estos Ă©xodos eran penosos y trĂ¡gicos.
Los peregrinos debĂan avanzar por zonas boscosas y rĂos desconocidos, rodear saltos de agua, improvisar puentes con troncos y lianas, enfrentar a grupos enemigos y padecer enfermedades. Para llegar a La Tierra Sin Mal era necesario tener perseverancia, coraje y fuerza espiritual. Esta Ăºltima se renovaba cada noche, cuando el karakĂ precedĂa danzas especiales vinculadas con los mitos y con la esperanza de una nueva tierra.
La mĂºsica, los cantos religiosos, las oraciones y los bailes buscaban aligerar los cuerpos y liberar a los hombres de sus imperfecciones, elevĂ¡ndolos y facilitĂ¡ndoles el camino. Ante un fracaso, volvĂan a partir con nuevo rumbo, siempre dirigido por su profeta. Españoles y portugueses trajeron nuevos males a la tierra guaranĂ, y dieron mayor impulso a la bĂºsqueda de La Tierra Sin Mal, fuera del alcance de los conquistadores.
La historia mas dramĂ¡tica fue la de un grupo de 12.000 Tupi-guranĂ, quienes en 1.539 partieron desde la costa de Pernambuco, en Brasil; 10 años mĂ¡s tarde, 300 sobrevivientes llegaron a los Andes peruanos, despuĂ©s de atravesar toda el amazona
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