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1901 - Historia de la Marcha de San Lorenzo



Se trata de una marcha militar Argentina compuesta en 1901 por el mĂºsico uruguayo nacionalizado argentino Cayetano Alberto Silva (naciĂ³ en San Carlos, departamento de Maldonado, Uruguay, el 7 de agosto de 1868, muriĂ³ en Rosario, provincia de Santa Fe, Argentina, el 12 de enero de 1920), que honra el combate de San Lorenzo, en el que se enfrentaron las tropas del coronel de Granaderos JosĂ© de San MartĂ­n y tropas realistas.

Se conoce a la ciudad de Venado Tuerto, situada en el sur de Santa Fe, como la cuna de la marcha San Lorenzo. AllĂ­ se encuentra la casa donde fue compuesta, hoy transformada en museo histĂ³rico.
La partitura compuesta por Silva fue dedicada al coronel Pablo Riccheri, Ministro de Guerra y modernizador del EjĂ©rcito Argentino durante la presidencia del general Julio Argentino Roca. Él agradeciĂ³ el homenaje pero le pidiĂ³ que le cambiara el tĂ­tulo por "Combate de San Lorenzo", pues habĂ­a nacido en la citada ciudad que fue escenario de la Ăºnica contienda que el general San MartĂ­n llevĂ³ a cabo en territorio argentino.

El autor la ejecutĂ³ por primera vez en violĂ­n para arrullar el sueño de su hija, en febrero de 1901. Fue estrenada oficialmente en 1902 (sin letra) en las cercanĂ­as del Convento de San Carlos, donde se librĂ³ la batalla de San Lorenzo.
Ese dĂ­a la marcha fue designada Marcha Oficial del EjĂ©rcito Argentino. Asistieron el Presidente de la NaciĂ³n, general Julio Argentino Roca, y el Ministro Ricchieri.

Febo asoma; ya sus rayos iluminan el histĂ³rico convento;tras los muros, sordos ruidosoĂ­r se dejan de corceles y de acero.Son las huestes que preparaSan MartĂ­n para luchar en San Lorenzo;el clarĂ­n estridente sonĂ³y la voz del gran jefea la carga ordenĂ³.Avanza el enemigoa paso redoblado,al viento desplegadosu rojo pabellĂ³n. (bis)
Y nuestros granaderos,aliados de la gloria,inscriben en la historiasu pĂ¡gina mejor. (bis)
Cabral, soldado heroico,cubriĂ©ndose de gloria,cual precio a la victoria,su vida rinde, haciĂ©ndose inmortal.Y allĂ­ salvĂ³ su arrojo,la libertad nacientede medio continente.¡Honor, honor al gran Cabral! (bis)

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