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La Leyenda de los Teros

LA LEYENDA DE LOS TEROS

La leyenda cuenta sobre la vida de un hombre de familia, quien habĂ­a logrado hacer una buena fortuna. De hecho, tenia dos hijos quienes disfrutaban de las cosas que habĂ­a logrado su padre. Lo cierto es que este hombre ya era entrado en años y un dĂ­a enfermĂ³ gravemente, luego de un tiempo fallece lamentablemente.

Sin embargo y lejos de dejarlos desamparados, sus hijos heredan la gran fortuna que les dejĂ³ su padre. Una vez que terminĂ³ el periodo de luto por parte de estos jĂ³venes, comienzan a hacerse cargo de lo heredado y a disfrutarla pero de manera exagerada, invitando a amigos y al despilfarrar la plata.

Por esta conducta que se fue de control, comenzaron a quedarse sin dinero para sostener el estilo de vida que estaban llevando. Por lo que tuvieron que ir vendiendo los bienes, hasta los enseres de su propio hogar y hasta la propiedad heredada de su padre.

De pronto se vieron con la realidad que ellos provocaron, de tener riquezas y llevando una vida fĂ¡cil, a quedar en la pobreza sin nada. Ya no tenĂ­an casa donde vivir, ni abrigo, ni alimentos, los amigos que siempre los acompañaron a malgastar el dinero ya se habĂ­an ido dĂ¡ndoles la espalda por la miseria en la que ahora se encontraban.

LlegĂ³ un momento en que la desesperaciĂ³n se apoderĂ³ de ellos, asĂ­ es que huyeron al campo para ocultarse de los vecinos y llorar desconsoladamente hasta quedarse dormidos.

Al despertarse se encontraron con una nueva realidad, se vieron pequeños fĂ­sicamente y solo podĂ­an emitir un sonido extraño sin poder hablar. Dios los convirtiĂ³ en aves, precisamente en Teros. Solo conservaban de su pasado de riquezas, la corbata y la pechera de la camisa, tambiĂ©n la soberbia quedĂ³ plasmada en un copete.

Sufrieron las consecuencias de no haber cuidado lo que su padre les dejĂ³ como herencia y asĂ­ tuvieron que aprender con dolor, por eso su arrepentimiento quedĂ³ evidente en el circulo rojo alrededor de los ojos de los teros, una señal por el angustioso llanto de su mala conducta.

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