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Reducción San María La Mayor, Misiones

La Reducción Santa María la Mayor

La Reducción Santa María la Mayor, se encuentra sobre una colina en la que hoy se pueden observar las ruinas de lo que fuera este pueblo jesuita, se recuerda su diagramación originaria que incluía Iglesia, Plaza, cárcel y ranchos de adobe para los indígenas.

Se accede a ellas a través de la Ruta Provincial 2, a 23 km. del acceso a San Javier, y a 120 kilómetros de Posadas. Cuenta con un Centro de Visitantes, museo, minibar, sanitarios, taller y depósito para material arqueológico y habitaciones para arqueólogos.
Junto con San Ignacio Miní es una de las más importantes misiones de la Argentina. Fundada en el año 1636 por los jesuitas Diego de Boroa y Claudio Ruyer, esta misión debió mudarse dos veces hasta su emplazamiento actual. Como otras misiones, fue destruida por fuerzas portuguesas en el año 1817.

En esta misión jesuítica funcionó una IMPRENTA, cuyas obras figuran entre las primeras publicadas en lo que hoy es territorio argentino. Esta reliquia fue declarada Patrimonio Mundial en el año 1984.
La reducción sigue el tradicional esquema urbano de las misiones, pero presenta algunas características diferenciadas: en primer lugar, se trataba de un núcleo relativamente pequeño: la particular secuencia de plaza y plazoleta; la iglesia, más pequeña que otras, y con singular trabajo en sus artesonados y columnas bien torneadas; por último, la existencia de una cárcel, que se levantaba al lado de la iglesia, formada por siete celdas de gruesos muros.
En el año 1735, un incendio destruyó la iglesia, solamente se pudo rescatar la imagen de la Inmaculada. Posteriormente, se construyó un templo provisorio en el segundo patio de la reducción.
Los edificios y casa de los guaraníes estaban fabricados en piedra y adobes. Se conservan importantes vestigios de las construcciones urbanas, así como de obras complementarias de canalización y riego en los alrededores.
Sobre la costa del río Uruguay, está la reducción de Santa María la Mayor. Al final de un camino de 300 metros rodeado de añosos árboles aparece la plaza principal. Todavía se distinguen parte del colegio, la capilla y las casas de los aborígenes. Estas ruinas, alejadas de las restantes, son las que menos turistas reciben.











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