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SECCIONES

Argentina - Leyenda del Rey Blanco

Una de las carabelas pequeñas de la expedición de Solís, que navegaba rezagada, naufragó frente a la isla de Santa Catalina donde quedaron sus 18 tripulantes. Entre ellos, Ale­jo García.

Poco se sabe de él, ni siquiera si era español o portugués, ni tampoco su cargo en la armada de Solís. Debió ser un ma­rinero oscuro, cuyo temple se revelaría en las horas de prueba. Se hizo caudillo de la pequeña colonia de sobrevivientes, cultivó buenas relaciones con los indígenas, y por ellos supo de una tierra o montaña de plata que habría en el interior, regida por un monarca tan adornado de plata que lo llama­ban "El Rey Blanco".



García, con algunos animosos compañeros y numerosos indios de raza guaraní, quiso llegar a ese reino. Salen de San­ta Catalina en 1521, desembarcan en el continente, cruzan las selvas brasileña y misionera, luego los ríos Paraná y Pa­raguay y entran al Chaco. En un viaje asombroso alcanzan los contrafuertes andinos, donde encuentran abundantes me­tales, especialmente plata extraída del cerro Potosí.

García cargó en indios, que había reducido a la esclavi­tud, un fabuloso tesoro y emprendió el regreso. Pero al cruzar el Chaco fue muerto con sus compañeros por los feroces payaguás.

Algunos guaraníes sobrevivientes consiguieron regresar a la isla de Santa Catalina y por ellos se supo del extraordi­nario viaje y de la riqueza argentífera de las tierras al norte del "Mar Dulce".

Comienza así la irresistible leyenda de "El Rey Blanco", del reino de la plata que bautizará a nuestro país ("república argentina”), el mayor de nuestros ríos (“río de la plata”), y hasta nuestra moneda de cambio (“plata” por dinero).

Buenos Aires, Tucumán y otras ciudades serán fundadas como puntos de recalada en el camino hacia el Potosí. Y nuestra existencia, en sus orígenes, estará signada por el contrabando que abastecerá a los dominios de “El Rey Blanco” (1, 45, 140).

Fuente: http://www.odonnell-historia.com.ar/

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